POR DEMANDA DE EXIGENCIAS DEL PÚBLICO ANTE SEMAPACH SE DEBE HABILITAR MÁS BRIGADAS DE OBREROS

El mantenimiento del servicio de agua potable y desagüe de toda una población demanda una buena organización administrativa en lo que respecta a los trabajos concernientes a atoros o roturas de líneas del desagüe, como de circunstanciales roturas del sistema de agua potable, incluyendo las inundaciones de calles por robo de medidores del agua potable.

A diario se nota que muchos moradores se acercan a la Oficina de Semapach por diversas razones inherentes a la atención del sistema de agua potable y desagüe, especialmente personas que acuden por roturas de las líneas de agua o desagüe, que se nota por el hundimiento del pavimento o porque aflora el agua en horas de la mañana, perjudicando a transeúntes y vehículos motorizados.

Estos trabajos demandan participación de obreros que salen en algunos casos inmediatamente a atender la refacción y en otros casos, se les programan, por lo que se requiere que se dé debida atención al personal de obreros, inclusive si es necesario darle las facilidades para que hagan las reparaciones en momentos fuera de su horario de trabajo, en horas de la noche, por supuesto remunerándolos; tal como lo hace la empresa Electro Dunas, que reconecta el servicio de luz eléctrica cuando hay corto circuito en horas de la noche y hasta en las madrugadas y cumplen porque conocen la importancia de un servicio que merece buena atención.

Hay que considerar que el sistema del agua potable y alcantarillado como el servicio eléctrico son elementales y no puede haber –como dice Martha Hildebrandt al hablar de peruanismos- disfuerzos en su atención, para hacer gala de un buen cuidado de imagen institucional.

Hoy por ejemplo un vecino fue a registrar una rotura del sistema al parecer de agua potable en la cuarta cuadra del Jr. Ayacucho y fue atendido por la empleada Amelia Jacobo-nombre que dio al morador-, donde éste pudo observar la confusión que se genera por el número de atenciones por estas mismas causas.

No debemos engañarnos ¡que todo está bien!, cuando un medio hace el favor de no difundir los deterioros o que el agua viene sucia por los caños, aplicando el decir, “que no se debe morder la mano que da de comer”.