ZONAS DEL RÍO MATAGENTE SIGUEN VULNERABLES
Entre
febrero y marzo de este año, el caudal del río Matagente alcanzó un intenso
volumen que acabó con las ínfimas defensas ribereñas.
El río afectó decenas de cultivos agrícolas, viviendas y puentes.
Su paso dejó cuantiosos daños materiales y las pérdidas podrían repetirse en el
próximo verano pues “no se ha hecho nada en los puntos críticos del río”, según
advirtió Francisco Corbetto, representante del comité de Gestión de Defensas
Ribereñas de los ríos Chico y Matagente.
Entre los sectores no trabajados, están Punta de la Isla, Los
Chelos y Mónica Vargas. Estos tres puntos fueron afectados por desbordes el
verano pasado y hasta el momento no se ha realizado la defensa respectiva para
paliar los embates de la naturaleza.
Solo en el tramo conocido como Mónica Vargas existen
aproximadamente 200 metros de abertura de río. Si esta área no se corrige antes
de la llegada del agua de avenida podría afectar a los pobladores de Alto Larán
y El Carmen.
Corbetto mencionó que debido al colapso de estas zonas la
afectación causada por el Matagente se sintió en Wiracocha, en El Carmen, y
poblados aledaños que se quedaron incomunicados.
Además, el caudal arrasó cientos de cultivos y varios terrenos
agrícolas que están en la ladera del río fueron cercenados. En el último
verano, el Matagente también irrumpió en el centro poblado Cañapay destrozando
decenas de viviendas. Pero, los puntos críticos antes mencionados no son
los únicos que carecen de intervención.
Río arriba la situación es más calamitosa. En Punta de Diamante,
sector donde finaliza el río San Juan y nacen los ríos de Chincha, no existe
trabajo alguno por reparar los daños acumulados durante varios años.
“Si ahorita llega el agua y se carga para el río Chico, esto va
hacer que el agua cruce hacia el cauce del Matagente y va suceder la misma
desgracia y hasta peor de lo que fue en el verano pasado”, sentenció el
representante del Comité de Gestión.
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