FAMILIAS SE BENEFICIAN CON EL SISTEMA DE AGUA EN PARACAS
Representantes del Consorcio
Camisea, operado por Pluspetrol, junto al Alcalde de Paracas, Miguel Ángel
Castillo, inauguraron el nuevo sistema de agua potable y alcantarillado del
sector de Santo Domingo, financiado con un monto de S/ 1.2 millones de soles
procedentes del Compromiso Marco de 100 millones de soles para la provincia de
Pisco.
“Ahora podemos decir que la zona
de Santo Domingo tiene un sistema de saneamiento moderno que permitirá
movilizar las aguas residuales adecuadamente”, afirmó el alcalde Castillo,
quien explicó que esta obra no solo mejorará la calidad de vida de la población
sino que apunta a la sostenibilidad del turismo en el distrito.
José Carlos Rosas, directivo de
la Cámara de Turismo y Comercio Exterior de Paracas (CAPATUR), afirmó que
además de dotar de un servicio básico a la comunidad, esta obra otorga un gran
beneficio a la Reserva Nacional de Paracas, porque evita que los restos de los
silos contaminen el océano, preservando la única área protegida del Perú con
acceso al mar.
“El nuevo sistema de agua potable
construido con inversión privada de Camisea impulsará la economía de la
provincia. Los servicios básicos facilitan el desarrollo de hoteles en Santo
Domingo, que es la mejor zona de Paracas, ideal para un turismo de 4 o 5 estrellas”,
dijo el empresario, quien agregó que estos complejos emplean aproximadamente a
250 personas, generando un efecto positivo para la creación de puestos de
trabajo.
Rosas refirió que el turismo en
Paracas continúa creciendo y que durante las fiestas de fin de año se alcanzó
un nuevo récord al recibir 50 mil visitantes, debido a que la bahía es un
destino accesible para los limeños.
“La capital es una urbe con 10
millones de consumidores que no tenían un lugar idílico a dónde ir. Ahora, en
solo dos horas y media pueden llegar a Paracas, que cada vez brinda mejores
servicios gracias a proyectos como el financiado por Camisea”.
La obra inaugurada incluyó una
red de agua potable, red de alcantarillado, una línea de impulsión y una
estación de bombeo de aguas residuales para beneficiar a una población directa
de más de 200 habitantes, pero que superará los 1,000 si se consideran los
empleados de los grandes complejos hoteleros situados en la zona.
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